
Ada Lovelace, otra genio desconocida
Published on March 29, 2023
Hay muchísimas mujeres que han sido reconocidas por su trabajo hasta mucho tiempo después de su vida. Tal es el caso de Ada Lovelace, “la primera programadora de la historia”.
Pablo A. Ruz Salmones – CEO, X eleva Group
La primera vez que fui al estudio de QTF, platicamos de “Hedy Lamarr: La Madre del WiFi”, y de su magnífica vida como actriz y científica. Durante años, Hedy Lamarr fue recordada por su incomparable belleza y su participación en las grandes cintas épicas de Hollywood, y no fue sino hasta muchos años después que comenzó a reconocerse su labor como científica y precursora del WiFi.
Y así como ella, hay muchísimas mujeres que han sido reconocidas hasta tiempo después. Tal es el caso de Ada Lovelace, “la primera programadora de la historia”. Ada Lovelace tiene, además, una historia fascinante. Nació en 1815, y fue hija nada más y nada menos que de Lord Byron.

No obstante, fue separada de su padre a muy temprana edad por su madre, quien era a su vez una mujer de gran capacidad intelectual, Isabella Milbanke, una aristócrata inglesa, que fue a su vez apasionada de las matemáticas y la astronomía.
La Condesa de Lovelace -título que adquirió tras casarse con William King, Conde de Lovelace – fue una apasionada de las matemáticas, el arte, y la Creación. Comenzó a ganar notoriedad al asociarse profesionalmente con el matemático Charles Babbage, quien la llegó a llamar “la encantadora de los números”. Charles Babbage creó el diseño de lo que se conoció como la “Máquina Analítica”: un diseño de un computador moderno de uso general.
Cuando Babbage presentó el diseño de la máquina, un ingeniero italiano realizó unas notas sobre la misma publicadas en francés. Babbage acudió a Lovelace para que tradujera dichas notas, y las ampliara de ser necesario. Lovelace regresó con un documento de más del doble de largo, con lo que ella había agregado de su propio conocimiento. Esas notas fueron firmadas como “AAL”, y no fueron publicadas bajo su nombre real sino hasta 1953 – más de 100 años después de haber sido escritas.
En esas notas se describe lo que hoy se conoce como un “algoritmo informático”, y sugerían, entre otras cosas, utilizar la lógica simbólica para que la máquina calculara de forma autómata. En muchas de las correspondencias que se conservan de Lovelace, ella menciona que, bajo este tipo de acercamiento, incluso podría lograrse que una computadora creara música de cualquier nivel de complejidad y extensión, por ejemplo.
Pero Lovelace no era únicamente una gran matemática y una pionera de la ciencia de la computación; ella también tenía una gran serie de intereses alrededor del arte, la religión, y el funcionamiento de la mente humana, entre muchas otras disciplinas.

Alfred Edward Chalon, via Wikimedia Commons
Así hablaba de la divinidad, diciendo que “… todo lo intelectual, lo moral, y lo religioso está ligado e interconectado naturlamente junto a una totalidad armoniosa y grandiosa… que Dios es uno, y que todas las obras y los sentimientos que Él ha hecho existir son uno”.
Pero la historia de Ada Lovelace es tanto fascinante como trágica. Desde muy joven padeció de grandes dolores y enfermedades que, dada la época, fueron tratados con opiáceos, lo que muchas veces le llevó a tener alucinaciones. Incluso estuvo parcialmente paralizada durante un periodo de 3 años.
Ada Lovelace enfermó de cáncer y murió a los 36 años de edad, en 1852. De acuerdo con su madre, quien estuvo a su lado al morir, Lovelace le suplicó a Dios perdón por todos sus pecados, y tuvo como petición ser enterrado al lado de su padre, Lord Byron, con quien nunca convivió y quien, paradójicamente, murió a los 36 años, igual que Lovelace.